En poesía, surgen movimientos marginales, que ahondan la vertiente rebelde de la década anterior, como el Kloaka, liderado por Roger Santiváñez. Fundado hacia el final de 1982, editó una autoantología con motivo de su disolución: La última cena (1987). En contraste con las propuestas colectivas de aliento neovanguardistas (en general, de ruptura con el sistema político y el estético), surgen individualidades notables vinculadas en su orígenes con estos, pero que rápidamente transitan a una poesía serena, de ritmos equilibrados y que se nutre de tradiciones artísticas fuertemente codificadas. El caso más notable es el de José Watanabe, cuya mejor obra corresponde a este decenio y que será revalorada en el nuevo siglo. Otros poetas notables dentro de esta apuesta individualizadora de vertiente tradicional fueron Eduardo Chirinos y Magdalena Chocano. En el mismo decenio afloran también los primeros y diversificados movimientos de poesía de mujeres. Están la línea feminista, dentro de la cual se destacan Carmen Ollé, Giovanna Pollarollo y Rocío Silva Santisteban, y otra más lírica, donde sobresale Rossella Di Paolo, además del intimismo irónico de Milka Rabasa. Cabe mencionar también a Patricia Alba, Mariela Dreyfus y Dalmacia Ruiz-Rosas.Mas informacion: https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_Ni%C3%B1o_de_Guzm%C3%A1n
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